Un Centro de Rescate de Vida Silvestre
Somos un proyecto de conservación ubicado en la cuenca amazónica de Perú. Desde 2010, hemos estado aquí rescatando fauna silvestre y protegiendo las 180 hectáreas de selva que ahora poseemos, llamadas ‘Selva Dormida’. Nuestro objetivo es seguir expandiendo esta área protegida, conservando la selva y sus habitantes vitales, junto con la comunidad local.
Brindamos refugio a animales nativos desplazados y explotados de la selva peruana. La mayoría de los animales que llegan a Esperanza Verde han sido confiscados del comercio ilegal de vida silvestre y abandonados por sus antiguos dueños, quienes se dan cuenta de que los animales silvestres no son buenas mascotas (¡vaya sorpresa!). Aquí, tienen una segunda oportunidad de vivir en su hábitat natural, algunos en grandes recintos y otros en semi-cautiverio, dependiendo de su comportamiento y de su capacidad para convivir en paz con otros animales en el centro.
Nuestro objetivo es rehabilitar a estos animales y devolverlos a su hogar natural. Durante su estancia en el centro, todos los animales reciben atención profesional y la oportunidad de regresar a una vida dentro de su hábitat original y en condiciones lo más naturales posible. Sin embargo, lamentablemente, esto no siempre es posible.
Si bien uno de nuestros objetivos es liberar a todos los animales que llegan al centro, la mayoría de ellos ha tenido contacto con humanos, ya sea brevemente o durante un período prolongado (como ser una mascota). Al haber estado en el comercio o en instalaciones de custodia, es muy probable que hayan estado en contacto con otros animales salvajes, lo que implica una alta probabilidad de haber estado expuestos a enfermedades y parásitos que normalmente no habrían contraído.
Si se les devuelve a la naturaleza, representan una amenaza de contagio para los animales silvestres, lo que podría causar problemas graves e irreversibles. Además, es muy probable que hayan perdido sus instintos, sin reconocer situaciones de peligro o saber cómo cazar o encontrar alimentos. A menudo, solo han aprendido a depender de los humanos para obtener comida y refugio.
Sus comportamientos aprendidos de forma antinatural y el riesgo de transmitir enfermedades significan que muchos de los animales que llegan a nosotros no terminan siendo liberados. Por eso, trabajamos incansablemente para proporcionarles un lugar y un ambiente donde puedan tener una vida tranquila, saludable y lo más cercana a la vida natural posible. Es por eso que tenemos ‘Selva Dormida’, un espacio para que los animales cuya vida ha sido alterada por los humanos puedan vagar con seguridad y vivir de la manera más natural posible.
Los animales que son identificados como aptos para la rehabilitación y reintroducción pasan por un proceso exhaustivo para asegurar que sus probabilidades de supervivencia en la naturaleza sean lo más altas posible.
El trabajo nunca termina, pero tampoco lo hace nuestra pasión por rescatar la fauna silvestre y preservar la hermosa selva en la que viven. ¿Sientes lo mismo? ¡Únete a nosotros para una aventura que no olvidarás pronto!
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Voluntarios
Esperanza Verde funciona gracias al generoso esfuerzo de los voluntarios; no existiríamos sin su tiempo y dedicación. Aunque contamos con algunos trabajadores a tiempo completo (que se enfocan en la construcción), los voluntarios son los principales encargados del cuidado de los animales, el mantenimiento, y el enriquecimiento, además de apoyar a veces en trabajos de construcción.
Ofrecemos una amplia gama de oportunidades de investigación para estudiantes y académicos. Científicos naturales, veterinarios e ingenieros ambientales han venido aquí para llevar a cabo una variedad de proyectos, desde la creación de viveros de árboles y el inventario de plántulas hasta protocolos de cuidado animal, cursos de campo para veterinarios locales y apoyo en la creación de un sistema de suministro de agua estable.
Apoyo
No recibimos ningún financiamiento del gobierno. La ayuda de los voluntarios y las donaciones es lo que nos permite continuar. Sin embargo, tenemos la gran suerte de contar con la Asociación Internacional Esperanza Verde, un grupo de organizaciones benéficas de Alemania, Países Bajos, Suiza y el Reino Unido que nos apoyan.